
Las coles de Bruselas aportan antioxidantes que nos previenen de enfermedades degenerativas y aumentan nuestras defensas. Por este motivo, cualquier verdura de la familia de las coles deberá estar presente dos o tres veces a la semana en nuestra dieta de invierno, ya que nos protegen de la gripe y resfriados.
Además, aportan folatos que evitan la anemia y las malformaciones del sistema nervioso en el feto.