Chirivia, el kg (Castilla y León)
La chirivía es una hortaliza similar a la zanahoria. Es una raíz de color que va del blanquecino al pardo claro, con forma alargada y cónica, y con un sabor que recuerda a la zanahoria, aunque su textura no es tan crujiente y acuosa, así que su cocción es un poco más rápida que la de la zanahoria. Si se compran bien frescas, en el frigorífico pueden conservarse bien unos 15 días.
Es habitual en la elaboración de caldos, sopas y purés, pero hay muchas formas de consumirla. Por su dulzor, permite hacer incluso postres, de hecho, era habitual en Gran Bretaña hacer uso de la chirivía para hacer pasteles y mermeladas cuando el azúcar era económicamente inalcanzable. Podemos incluir la chirivía en nuestras recetas en crudo, hechas al horno, a la plancha, cocidas o fritas. Su almidón aumenta el espesor de caldos y sopas. Recomiendan cocinar la chirivía en agua sin pelar para evitar que se esfumen los nutrientes solubles en agua, y después, antes de servirla, rasparla o pelarla bien fina. Destacan de esta raíz los minerales y vitaminas que proporciona, superiores a la zanahoria, aunque también contiene más kilocalorías, unas 55 por cada 100 gramos. El potasio y la fibra dietética son también elementos más elevados en esta hortaliza.